Del enojo a la felicidad, y de la alegría de tener tres puntos complicados en el bolsillo, a la desazón por perderlos de manera agónica. Así fue la montaña rusa de sensaciones para Tigres Femenil, que perdía en Toluca, le dio vuelta sobre el final y se lo empataron en la última del partido. Fue 2-2 en el Nemesio, en un juegazo.
De todo un poco les pasó a las felinas, que no le encontraban la vuelta a un partido que arrancaron perdiendo desde el vestuario, pero con la salvadora de siempre (Fernanda Elizondo) voltearon el marcador a su favor. Sin embargo, durmieron en el último centro al área y las Diablas terminaron igualando el encuentro.
De no creer, porque fallaron al amanecer y al ocaso del partido. Cecilia Santiago cometió un pecado capital al no poder controlar bien el balón en la puerta del área, y Diana Guatemala aprovechó para robárselo y definir para el 1-0 con el arco a su merced. Todo eso cuando apenas iban 31 segundos.
Las felinas sintieron el golpe, porque les costó un rato reponerse. Tuvo varias situaciones durante el primer tiempo, pero la falta de contundencia le jugó en contra. El de la segunda mitad fue un equipo desconocido, con pocas ideas y casi nada de generación.
El partido le pedía cambios a Roberto Medina, quien los hizo y tuvo efecto inmediato. Mia Fishel marcó el empate a los 80’, tras una buena asistencia de Ovalle, y Elizondo puso el 2-1 a los 88’, con un cabezazo en el área chica. Todo era alegría para las de San Nicolás.
La sonrisa duró poco, porque en la última del partido, cuando la árbitra Priscila Pérez Borja estaba dispuesta a pitar el final, apareció Natalia Colín, quien puso el 2-2 final y dejó un sabor más que amargo a las felinas.
Tigres tuvo ratos de buen juego, pero fue mayor la parte que le costó encontrar generación. Se llevaba un premio demasiado grande de Toluca y las Diablas terminaron igualando un trámite para que el 2-2 le dé un poco de justicia al partido.