SOCIEDAD CIVIL: OPORTUNO ABRAZO

  • La tragedia en Veracruz , Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, ¿negligencia o incapacidad?
  • La acción ciudadana contrasta con la tardía respuesta oficial
  • El placebo de un discurso vacío e insensible

 

Por: Raúl Ramírez González

 

                                                 “…Una actitud solidaria es un acto de resistencia contra la indiferencia y la

                                                 exclusión; un acto que afirma la dignidad humana de todos…”

                                                                                                                                                       Eduardo Galeano

MÁS QUE BUENAS INTENCIONES

 

A nadie deberían sorprender los efectos del cambio climático y mucho menos a quienes a través del voto popular han asumido la responsabilidad de conducir el destino de un país. No obstante, en México la normalización de la tragedia hace necesaria una reflexión ineludible: la razón clave de que la tarea de gobernar va más allá de las buenas intenciones y debe centrarse en el profundo conocimiento del entorno, sus circunstancias y sobre todo los riesgos que le son inherentes para que la prevención se convierta en la regla y no en la excepción.

Más allá de las filias y las fobias que tienden a politizar cualquier evento que afecta a nuestra sociedad, la dimensión de la tragedia ocasionada por las torrenciales lluvias de esta semana en por lo menos 5 estados del territorio nacional pone en relieve las insuficiencias en la capacidad de las autoridades para enfrentar las emergencias.

 

 

La pérdida de una sola vida llamaría a hacer obligada una revisión autocrítica y asumir que setenta y dos vidas que se perdieron en este temporal no pueden sumarse en la indiferente frialdad de las estadísticas ni ocultarse tras el argumento de que es imposible predecir la intensidad de estos fenómenos atmosféricos irregulares.

No se puede anticipar dónde ocurrirán, es cierto, pero si se pueden identificar los factores de riesgo que los anteceden y paliar las pérdidas humanas a través de acciones de evacuación en las zonas más comprometidas.

Los meteorólogos lo saben.

Hoy disponen de un radar meteorológico de alta precisión, así como de un radar Doppler que a través de ondas de radio puede medir la densidad de las gotas de lluvia, el volumen de su carga y hasta la formación de granizo y nieve.

Más aún, se dispone de las imágenes de satélites meteorológicos que en tiempo real monitorean las condiciones atmosféricas del planeta.

La suma de todos estos factores y sus lecturas apropiadas permiten ubicar zonas de alto impacto y por ende, actuar en consecuencia alertando a la población.

 

¿PROTECCIÓN CIVIL?

 

Sin el afán de encontrar culpables, las cifras al corte de este sábado 18 de octubre que refieren 72 personas muertas, al menos 48 desaparecidas, más de 100 mil viviendas inundadas (la mayoría con pérdida total) en 5 estados y por lo menos 190 comunidades incomunicadas por deslaves, anegamientos o daños en sus vías de acceso son evidencia de que la labor de Protección Civil federal, estatal y municipal ha fallado irremisiblemente.

Un dato que permite afirmarlo es el que nos indica que en México, apenas el 3 por ciento de los directivos de Protección Civil de todos los niveles y los trabajadores en puestos clave de este sector no cuentan con una certificación en la materia y un número menor aún posee la certificación internacional.

Eso explica por qué las comunidades afectadas no recibieron una alerta oportuna de evacuación o los avisos llegaron a destiempo tal es el principal reclamo de los cientos de miles de afectados.

Peor aún, conocer que obras de protección como en el caso de Poza Rica, en Veracruz,  no se hayan concluido o se desconozca el destino de los recursos para realizarlas.

La tardía respuesta institucional expone estas deficiencias y muestra cómo estas áreas estratégicas sigan siendo refugio de amigos, familiares y “compromisos” de los gobernantes en turno sin importar el nivel de capacitación que tengan en la materia.

 

LA SOCIEDAD CIVIL Y SU ABRAZO SOLIDARIO

 

Tragedias como esta no pueden repetirse.

La tardía respuesta institucional vuelve a mostrar que la solución no es como indica la sabiduría popular que “después del niño ahogado se tapa el poso”. Lo que realmente es apremiante es fortalecer las acciones de prevención y mejorar la capacidad institucional no de respuesta, sino de prevención y contención de riesgos.

Una vez más, al constatar que la magnitud de la tragedia desbordó a la autoridad, la sociedad civil respondió oportunamente e hizo sentir su fuerza al habilitar en forma

 

inmediata centros de acopio de víveres y agua, refugios para los damnificados y hasta promover servicios primarios de atención médica.

Convertida en ese ejército de paz que acude en auxilio del hermano en desgracia, la sociedad vuelve a mostrar que no puede permanecer impasible ante el dolor ajeno.

Las imágenes que dan cuenta de las caravanas de ayuda, la operación de cuadrillas de rescate y de labor a ras de suelo en los hogares inundados o invadidos por el lodo no pueden sino mantener viva la esperanza de que la sociedad organizada, más allá de colores partidistas, visiones sesgadas de “funcionarios” de los distintos niveles de gobierno o la arrogancia de quienes se autoerigen como defensores del pueblo, está siempre por encima de la demagogia ya que su mano firme y su abrazo solidario están siempre prestos a ayudar.

En este sentido, es destacable la labor de empresarios como Román Moreno, que, desde Xalapa, haciendo a un lado su carácter de prominente miembro de un partido político asumió el compromiso de promover acopio de apoyo a los damnificados y ha organizado una ruta de suministro a las zonas más afectadas y más allá de Veracruz, su estado, porque ahora lo importante es sumar y agilizar la recuperación.

Dada su experiencia en el sector productivo, su actividad hacia la reconstrucción se orienta ahora a abrir opciones viables para que las pequeñas y medianas empresas afectadas por las inundaciones puedan retomar su actividad que representa el sustento para miles de familias.##