La exploración del Cerro del Toloche se reactivó luego de dos años de pandemia, donde estudiantes de Arqueología de la UAEM e investigadores han localizado plataformas piramidales y pequeños altares de la cultura matlazinca, antecedente histórico de la ciudad de Toluca, señaló el arqueólogo Ricardo Jaramillo Luque, director del proyecto.
Esta zona arqueológica ubicada a kilómetro del palacio de gobierno del Estado de México, es visible desde la Plaza de Los Mártires y pese a su cercanía e importancia muchos toluqueños no la conocen, afirmó el arqueólogo Ricardo Jaramillo, quien lleva más de 10 años estudiando lo que fue el centro cívico ceremonial de la antigua Toluca prehispánica, que planean convertirlo en un centro cultural.
Desde el siglo pasado autoridades de Toluca mostraron interés por explorar y rescatar la zona arqueológica del Cerro del Toloche y desde 2012 en colaboración con la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), estudiantes de Arqueología trabajan en el sitio en dos temporadas cada año, indicó el estudioso de la cultura matlazinca.
Ubicada en el Parque Sierra Morelos llamada “sierrita de Toluca”, está el Centro Cívico ceremonial, que con la llegada de los españoles en 1520 hacen el proceso de “despeñalización” es decir bajan de las peñas a los habitantes originales, que abandonaron la zona arqueológica.
Del dios Tolo, Tolotzin, que se veneraba en el cerro del Toloche, se deriva el símbolo del personaje “que se inclina que hace reverencia”, que es el símbolo de la ciudad Toluca y se deriva el término tolucos, indicó el investigador durante un recorrido.
A partir de este año la unidad de arqueología del ayuntamiento de Toluca, luego de dos años de pandemia y del cambio de autoridades locales, reactivó los trabajos de exploración que se extienden en un área de una hectárea y media, donde han detectado monumentos arquitectónicos, indicó el arqueólogo.
Hallazgos
Con el apoyo de estudiantes de Arqueología de la UAEM, en esta zona de exploración, que ya es un lugar visitable, se han encontrado más de 70 mil tepalcates de objetos de vida cotidiana y piezas completas, que salen cuando han encontrado entierros y ofrendas, donde hay navajillas, puntas de flecha de obsidiana.
Entre las 250 piezas completas de cerámica lítica en piedra y obsidiana, metales como el cobre, lo que da la posibilidad de montar una muy buena exposición, apuntó el arqueólogo.
Ofrendas muy interesantes de hueso humano, como fémur trabajado con el que realizaban instrumentos musicales, una especie de güiro utilizado para ceremonias fúnebres que formaban parte de la cosmogonía y religión de los antiguos habitantes de Toluca, relató Ricardo Jaramillo.
En el cerro del Toloche trabajan desde el 2012 alumnos de Arqueología de la UAEM durante dos temporadas al año, labor que se interrumpió durante dos años de pandemia, indicó Rosa Guadalupe de la Peña Virchez, profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Los estudiantes, además del trabajo en excavación de bases piramidales y pequeños altares, realizan recorridos de exploración por esta zona arqueológica para determinar su relación con Calixtlahuaca, incluso en caminatas de cinco horas a lo largo de unos 11 kilómetros, para registrar material prehispánico en superficie, en un proyecto que esperan consolidar en el 2024, afirmó la investigadora De la Peña Virchez