Personajes polémicos elegidos como Persona del Año de la revista Time

En este 2024, el ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió en la «Persona del Año» de la revista Time, aunque no es la primera vez que ocurre, ya que es un reconocimiento que ya obtuvo en 2016 también tras ganar las elecciones de esa vez.

El elegido no siempre ha sido bien recibido. Desde que comenzó a nombrarse a una persona por parte de la revista, en 1927, la selección ha desatado más de una polémica.

La más grande de todas ocurrió en el año de 1938, cuando la Persona del Año fue nada menos que Adolf Hitler. Consciente de las reacciones que la decisión podría provocar, la revista decidió no poner al personaje en la portada, única vez que ha ocurrido dicha acción.

Años después, la polémica continuaba, con señalamientos a la revista por «apoyar el genocidio» de Hitler. Un vocero aclaró en 2019 que la decisión siguió el dictado del fundador de Time, Henry Luce, quien decretó que el Hombre del Año (ahora Persona del Año) no era un honor, sino que «debía ser una distinción aplicada al creador de noticias que más influyera en los acontecimientos mundiales, para bien o para mal».

Si en 1930 nombró a Mahatma Gandhi, un año después nombró a Iósif Stalin, quien fue nuevamente elegido en 1942.

En 1974, el ganador fue Faisal bin Abdulaziz, el rey de Arabia Saudita, que modernizó al país e impulsó a la educación, pero que también fue reconocido por sus métodos brutales y un sistema de espionaje para capturar a los opositores. Fue asesinado en 1975.

En 1979, el ganador fue el Ayatolá Khomeini, fundador de la República Islámica de Irán.

En 2004, el ganador fue el presidente George W. Bush, una decisión que fue criticada porque se dio un año después de la decisión de W. Bush de atacar Irak y derrocar al entonces dictador iraquí Sadam Huseín, bajo el falso argumento de la existencia de armas químicas en el país.

En 2007, el ganador fue el presidente Vladímir Putin, siempre señalado por sus métodos para perseguir la disidencia.