En el último día para recibir las cartas y deseos de los niños Los Reyes Magos desean con ilusión que los visiten en la Alameda de Toluca debido a la baja afluencia de niños, especialmente Baltasar, quien lleva más de 26 años trabajando por dibujar la sonrisa de los pequeños y que al día de hoy menciona que los deseos van más allá de solamente pedir juguetes o dispositivos electrónicos. «La verdad los deseos de los niños sí han cambiado mucho desde hace 20 años atrás, ahora ya no existen los trompos o los baleros en sus cartas, ahora piden tabletas o celulares pero hay varios que me están pidiendo salud para sus padres, eso es algo que me llega mucho, porque con mucho fervor me piden ayuda», mencionó Baltasar, quien con el rostro pintado de negro se dice alegre de haber regresado después de dos años consecutivos de encierro.
Para Baltasar, uno de los retos principales está en generar conciencia en los niños para ser responsables en el hogar y en sus estudios, pues más allá de la cuestión religiosa, su oficio le permite fomentar valores que incentiven a que el niño tenga actitudes sanas y su futuro sea próspero. «Yo les recomiendo siempre a mis amiguitos que me piden sus regalos, que obedezcan a sus papás, que hagan sus tareas y que coman sano, sobre todo ahora por la pandemia, les pedimos que se cuiden y cuiden a sus papás», dijo.
La pandemia, compartió, les ha impedido tener un contacto cercano con los niños, dado que la afluencia durante el presente año bajó 60 por ciento, pues contempla que todavía no se sienten seguros de salir a la calle. «La verdad sí ha bajado mucho la afluencia, antes de la pandemia no nos dábamos abasto, ahora estamos casi solos, no hay muchos niños todavía y queremos decirles que aquí tenemos mucho cuidado, traemos cubrebocas y les damos gel antibacterial, les enseñamos a cómo lavarse las manos también. Tomamos mucho en cuanta la salud de ellos», mencionó.
Ubicado el escenario frente a la escuela Agustín Millán, Melchor, Gaspar y Baltasar esperarán hasta el día jueves 6 de enero, desde las 10:00 hasta las 21:30 horas, con la venta de fotografías de 60 pesos y 120 pesos dependiendo el precio de su tamaño y diseño. «Esperamos que mejore la afluencia y también deseamos que el próximo año todo sea mejor para que sigamos regalando sonrisas e ilusión a los niños», finalizó.