México y Colombia enviarán una representación a la toma de posesión de Nicolas Maduro

México y Colombia enviarán una representación diplomática a la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela el próximo 10 de enero. La decisión, anunciada este lunes, marca un giro en la postura de ambos Gobiernos con respecto al reconocimiento de la polémica reelección del mandatario chavista. Tanto la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, como su homólogo colombiano, Gustavo Petro, habían condicionado, de manera más o menos explícita, su presencia en la toma de posesión a que el chavismo hiciera pública las actas que demostraran la victoria electoral. Edmundo González Urrutia, el candidato de la oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que se ha proclamado vencedor de las elecciones mostrando más del 80% de las actas de los comicios, ha insistido que también pretende tomar posesión el mismo día.

Sheinbaum ha anunciado de manera escueta la decisión durante su conferencia mañanera de este lunes. “Va a ir una representación o el propio embajador que está en Venezuela”, dijo. Por parte de Colombia, lo ha explicado el vicecanciller Jorge Rojas, quien en las últimas semanas ha fungido como portavoz del país para el espinoso asunto: “El Gobierno de Colombia y muchos gobiernos de la región van a enviar a algún representante al acto de posesión del presidente Maduro”. El encargado de representar al país es Milton Rengifo, embajador en Caracas desde 2023 y hombre de confianza del presidente Gustavo Petro.

González, exiliado en España después de que un juez dictase orden de busca y captura contra él, ha insistido en presentarse a la toma de posesión. “La determinación es estar en Venezuela para tomar posesión de mi cargo, al que fui electo por más de siete millones de venezolanos”, dijo en una reciente entrevista con este diario. González y María González Machado, los dos líderes de la oposición, recibieron este mes en Estrasburgo el premio Sájarov a la libertad de conciencia del Parlamento Europeo con un mensaje claro: la comunidad internacional, pero sobre todo la Unión Europea, pueden y deben hacer más para forzar al régimen de Nicolás Maduro a una transición democrática.

Sheinbaum y Petro mantuvieron una reunión hace apenas una semana en Ciudad de México, donde dialogaron sobre migración, cooperación y el futuro de la integración latinoamericana, ante un mapa regional más complejo y dividido, marcado por la crisis política de Venezuela y la llegada de Trump a la Casa Blanca. Durante la reunión, ambos mandatarios compartieron sus posiciones respecto a Venezuela. Petro había sido más frontal en cuanto a las necesidades de hacer públicas las actas, mientras que Sheinbaum no fue tan explícita.

Rojas ha asegurado que el Ejecutivo colombiano sigue evaluando la opción de enviar a algún otro funcionario. Mientras, ha negado que se contemple la asistencia a una posible posesión paralela de Edmundo González. “Colombia quiere el diálogo para la paz política en Venezuela y el 10 de enero va a haber una posesión y estamos valorando, desde el gobierno nacional, la situación”, ha agregado.

Durante semanas se ha especulado sobre la posible asistencia del presidente Gustavo Petro a la posesión de Maduro. La Cámara de Representantes, la cámara baja del Congreso, aprobó una resolución que lo instaba a no atender la cita. Sin embargo, el mandatario ha dejado la cuestión en el aire: “Yo veré si voy o no voy”, dijo durante un discurso. Su decisión, afirmó, se tomará el mismo 10 de enero.

El giro de Colombia es evidente. El canciller Luis Gilberto Murillo negó la semana pasada en una entrevista con El Espectador de manera tajante la asistencia colombiana a nivel diplomático a la investidura de Maduro. “Lo que hemos dicho claramente es que no hubo actas, no hay reconocimiento. Y si no hay reconocimiento, pues obviamente no hay asistencia”, afirmó.