El fundador de WikiLeaks Julian Assange ha sido condenado a una pena ya cumplida en Reino Unido como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que garantiza su libertad.
La declaración de culpabilidad se produjo el miércoles por la mañana en el tribunal federal de Saipán, la capital de las Islas Marianas del Norte, una mancomunidad estadounidense situada en el Pacífico.
El acuerdo resuelve un caso penal relacionado con la recepción y publicación de diarios de guerra y cables diplomáticos en los que se detallaban las irregularidades cometidas por militares estadounidenses en Irak y Afganistán.
La sentencia fue impuesta por la jueza de distrito Ramona Manglona, nombrada por el Presidente Barack Obama y quien decidió no imponer periodo alguno de libertad supervisada a Assange.
«Parece que sus 62 meses… fueron justos y razonables», dijo la juez, al considerar los cinco años que Assange pasó preso en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, mientras esperaba se decidiera su extradición a Estados Unidos por filtrar cientos de documentos clasificados sobre las guerras en Irak, Afganistán, así como cables diplomáticos que pusieron en aprietos a Washington.
«Usted podrá salir de esta corte como un hombre libre», dijo la juez a un Assange que no pudo contener las lágrimas.
Assange podrá volver a su Australia natal, con su esposa y sus dos hijos, después de que se declarará culpable de violar la ley de espionaje estadounidense como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia.
El acuerdo implica que Assange debe ordenar que WikiLeaks destruya la información y proporcionar una declaración jurada de que lo ha hecho.
WikiLeaks continuará siendo una fuerza para la libertad de expresión
Los abogados dijeron que el trabajo de WikiLeaks continuará y que Assange «seguirá siendo una fuerza por la libertad de expresión y la transparencia en el gobierno». Dijeron que la de Assange es una voz poderosa que no puede y no debe ser silenciada.
Jennifer Robinson, parte del equipo legal de Assange, lamentó que «esto sienta un peligroso precedente, esta acusación sienta un peligroso precedente, que debería preocupar a los periodistas de todo el mundo. Estados Unidos pretende ejercer jurisdicción extraterrestre sobre todos ustedes sin darles protección constitucional a la libertad de expresión, y cualquiera que se preocupe por la libertad de expresión y la responsabilidad democrática debería oponerse…»
Al salir de la Corte, Assange recibió una gran ovación, saludó y se metió a su vehículo sin decir palabra.