Ante la serie de casos de bullying o violencia escolar que se han dado a conocer en el Estado de México, el arzobispo de Toluca, Raúl Gómez González señaló que esta problemática es el reflejo de la violencia y la desintegración familiar, que se suman a otros factores que como sociedad se viven actualmente.
Luego de encabezar la celebración en el marco de la visita de las reliquias de San Chárbel a la Catedral de Toluca, el arzobispo explicó que en este tipo de casos son distintos los factores que intervienen, tal es el caso de la desintegración familiar, la violencia y la confrontación, que lamentablemente están presentes en la sociedad.
«Cuando la familia es desintegrada vienen muchos problemas de distinta índole, de igual manera lo que se ha dado a nivel sociedad, hay confrontación, hay violencia, hay pleito, hay lucha de poder, hay ideologías que llevan a todo esto», dijo.
Una suma de voluntades
Puntualizó que ante este panorama debe existir una suma de voluntades, trabajando de manera integral en todos estos aspectos, desde distintos niveles y sectores, a fin de prevenir y atender estos casos.
«Hay un gran trabajo (por hacer) muy integral, en muchos aspectos y sectores, también nos corresponde a nosotros en el ámbito de los valores religiosos», destacó.
El representante de la Iglesia Católica en Toluca añadió que se debe reflexionar sobre temas como la familia y el matrimonio, pues en muchas ocasiones las y los hijos se quedan «abandonados», pues mientras las mamás o los papás trabajan, los infantes quedan a merced de otros, incluidas las redes sociales y las nuevas tecnologías.
«La familia se ha resquebrajado, matrimonios que se rompen, hijos que quedan abandonados o que dependen de la mamá, pero la mamá o el papá están en horas de trabajo, se quedan solos, a merced de lo que ellos vayan tomando, incluso ahora con la redes sociales todo lo que ellos van recibiendo», puntualizó.
Conversatorios de Paz
Para contribuir de forma positiva y comunitaria, añadió, en las parroquias y rectorías de esta Arquidiócesis se llevan a cabo distintos conversatorios, a fin de encontrar soluciones comunitarias para poner fin a los actos de violencia en todas sus formas.
«Es de forma comunitaria ir encontrando rutas, caminos por donde se pueda hacer este camino, en una toma de conciencia también comunitaria (…) Siempre nosotros que tenemos fe en el Señor, él nos llena de esperanza, desde luego en ese sentido hay tiempo; pero no dejamos de estar preocupados los que pensamos y vemos estas realidades que nos rebasan» finalizó.