Óscar Sánchez, el artesano que da vida al centro de Toluca con sus «Judas»

Óscar Sánchez García desde los 15 años comenzó a realizar toros pirotécnicos, Judas de molde para la venta y ahora es un multipremiado artesano de figuras, que participan en el concurso organizado cada año por el Museo Taller Nishizawa y que concluye con la quema de las piezas el Domingo de Ramos, que por tercer año consecutivo no se realizará, debido a la contaminación y la pandemia.

Las piezas presentadas cada año concentran detalles relacionados con algún tema social que afecta a la gente, por ejemplo, la inflación, la corrupción, la pobreza, la consulta de Revocación de Mandato, la guerra de Rusia contra Ucrania o la inflación.

 Dan vida al centro de Toluca

Compuestas de cartón, engrudo, pintura y almas de alambre, estás piezas dan vida cada año al centro de la ciudad de Toluca, por donde desfilan para ser apreciadas por la gente y luego se convierten en un momento de esparcimiento con la quema.

La pandemia lo ha transformado todo, no podrán quemarse los judas, aunado a la contaminación que esta acción genera y sumado a las obras de remodelación de la plaza de Los Mártires, que mantiene cerrado este espacio donde antes se hacían polvo los enormes rostros del demonio o Judas.

Dentro de su taller, que es la puerta de acceso a su casa ubicada en un pequeño municipio del Valle de Toluca, tiene una muestra de las figuras que ha elaborado y con las que ha participado en los años recientes, en los que no hubo quema debido a la pandemia y este 2022, participará con un dragón naranja, acompañado por una pieza gigante que supera los tres metros de altura con forma de demonio.

Este miércoles se registrarán y calificarán las piezas en el Museo, pero tampoco habrá quema, para evitar riesgos de contagio de Covid -19, aunque quedarán expuestas para que los visitantes puedan conocerlas.

Señaló que, a sus 31 años de edad, ha participado en 12 ediciones del concurso al que cada año se registran pirotécnicos de todo el estado, e incluso de otras entidades federativas. Es un autodidacta, porque aprendió solo observando a sus hermanos y papá, pero está convencido que el éxito de sus piezas lo ha alcanzado con la dedicación, pues le entrega cerca de cinco horas diarias a la elaboración de sus figuras.

«Hasta ahora he ganado varios premios, primeros y terceros lugares. Cada año te haces más creativo, abres la mente para idear cosas nuevas. En el 2011 gané el primer lugar, con el diablo venenoso, desde entonces he llegado al segundo, cuatro y de nuevo el más destacado», agregó.

Óscar platicó que se siente satisfecho de su trabajo, pues junto con su talento para componer música, ha consolidado una dupla que le lleva a idear las mejores piezas. «Me encantaría que fuera una tradición que se preserve, aún no tengo hijos, pero mis sobrinos si quisiera que sigan en ello, ojalá les guste».