Cuando ni siquiera se va al trabajo caminando, se hace poco ejercicio. Además, cuando uno está en casa, llegar hasta los dulces en la cocina requiere andar poco. Por ello, si se quiere perder los kilos de más de forma permanente, conviene comenzar por una dieta.
Esa nueva pauta alimentaria tiene que contener más verduras, cereales integrales y grasas saludables, así como reducir el azúcar y alcohol, según aconseja el centro de asesoramiento al consumidor de la región alemana de Renania del Norte-Westfalia.
Los frutos secos y las semillas, por ejemplo, aportan grasas saludables. Si no se ingieren en grandes cantidades, no solo no engordan sino que, en pequeñas raciones diarias, incluso pueden ayudar a perder peso. Un buen truco es agregar un puñado de semillas de girasol o de calabaza a la ensalada o a la sopa.
Muchas personas que vigilan su peso suelen excederse a la hora evitar la grasa. Al comer la ensalada sin aceite, el pan sin mantequilla y las patatas sin salsa solo consiguen que el plato tenga un sabor más insípido. Sin embargo, si se complementa con un poco de grasa y algo de proteínas, se mantiene el cuerpo saciado durante más tiempo. Por ello, es importante realizar una comida equilibrada con hidratos de carbono, proteínas y una cantidad adecuada de grasas.
Las verduras, las ensaladas y las legumbres son ideales porque contienen pocas calorías y aun así proporcionan la sensación de saciedad. Por norma general, es mejor comer más verduras que frutas. En cuanto a la fruta, hay que preferir las variedades con bajo contenido en azúcar, como por ejemplo los frutos rojos. Los plátanos, los mangos, las uvas y los frutos secos, en cambio, sólo deben consumirse en pequeñas cantidades.
Al hacer la compra, los productos integrales deben estar en el carrito en lugar de los elaborados con harina blanca. Contienen mucha fibra, que es buena para los intestinos, mantienen saciado durante mucho tiempo y el nivel de azúcar en sangre en niveles uniformes. Los productos lácteos son mejor puros y sin azúcar. Incluso pueden favorecer la pérdida de peso porque aportan muchas proteínas, que son las que evitan la pérdida de masa muscular.
Los tentempiés ricos en carbohidratos, como los pasteles, las galletas y las tortitas de arroz deberían ser tachados de la lista de la compra. Por otro lado, los que beben mucho líquido lo tienen más fácil para mantener el hambre bajo control. A menudo, la sed se confunde con el apetito, lo que tienta a comer. Es por ello que beber agua o infusiones de hierbas con regularidad evita el consumo innecesario de calorías.