Ricardo, Eder y Eduardo, salen todos los días a la calle, pues dicen que ante la crisis por la pandemia, los gastos escolares han incrementado y el dinero es limitado.
Con su sueño en mente y venciendo muchos obstáculos, jóvenes se abren camino a través de la venta de palomitas de maíz, ya sea en los semáforos o afuera de sucursales bancarias ubicadas en la avenida Paseo Colón, en el municipio de Toluca, combinando sus estudios y el arte de vender. Con una sonrisa, que dicen oculta el cubrebocas, todos los días salen con tres bolsas grandes llenas de paquetes de palomitas, su guitarra en mano y las ganas de continuar sus estudios universitarios y de preparatoria, pues ante la crisis que ha traído la pandemia de covid-19, los gastos escolares han incrementado y lamentablemente el dinero es limitado.
El primero en comenzar con esta actividad, que asegura le ha dado sustento, hogar y la posibilidad de seguir estudiando fue Ricardo Cuadros Hernández, originario del estado de Hidalgo llegó a Toluca hace seis años y ha hecho de todo, con el propósito de concluir sus estudios. “Estoy estudiando la licenciatura en Nutrición y afortunadamente me he sustentado de este trabajo. Cuando llegué aquí al estado empecé a estudiar la preparatoria, en químico laboratorista, y aprendí hacer gel, gomitas, mermeladas y cositas así que pudieran comercializarse, también toqué en unidades de la ciudad”. Con la promesa de ser “muy bueno haciendo palomitas” comenzó con la venta de estos productos en los camiones, vestido de blanco, pues lo hacía prácticamente saliendo de su horario escolar. “Me costó trabajo porque es un poco difícil que la gente o la sociedad te acepte, que los propios choferes te dejen; sin embargo, siempre lo intenté”.
Después de intentarlo, buscó otras formas de venta y fue así que llegó a los semáforos de Paseo Colón y poco a poco se ha convertido en su único sustento. A Ricardo también lo acompañan, Eder Manuel Delgado Ledesma, de la comunidad de Santiago Tlacotepec, quien estudia la preparatoria, con una experiencia menor; pues con el inicio del nuevo semestre tuvo que unirse a este equipo y con ello hacer frente a los gastos que implica el estudiar desde casa. “Ahorita con la pandemia, la economía bajó, busqué una oportunidad de trabajo y conocí a Rick, es así como empecé”. A esta pareja también se ha sumado Eduardo Roberto Ramírez Corona, quien también por la contingencia sanitaria se aventuró en la venta de palomitas y tocar la guitarra para continuar con los pagos de su universidad, pues en medio de esta pandemia pasó de la preparatoria a la licenciatura. Este grupo de jóvenes hacen un llamado, para que a medida de sus posibilidades, la gente pueda comprar al menos una pequeña bolsa de palomitas, pues los pueden encontrar todos los días, cerca de las sucursales bancarias de Paseo Colón, a unos metros de la Casa de Gobierno.